Al llegar ante la mesa de consulta los clientes preguntan por aquello que va a ocurrir. El Tarot predictivo es el más utilizado por mis clientes y por el que más cómodo me siento al interpretar. Abrir cada ventana que muestra el Tarot es una oportunidad para ver aquellas cosas que podemos modificar y prevenir. Pero, nos olvidamos que al fin y al cabo, todo es producto de nuestras elecciones en la vida.
Nuestra vida es un paso por decisiones que se van tomando utilizando la experiencia y la inexperiencia
Cada acción que tomamos desde que tenemos uso de conciencia trae consigo eslabones de eventos que reaccionan con esa elección. Ningún evento es aislado a alguna elección tomada en algún momento determinado. No importa el segundo en el que esa decisión se tomó o se cambió, hay unos efectos como resultado.
Es ahí donde nos perdemos en la vida ya que entendemos que los sucesos de nuestra vida son por alguna razón divina o cósmica que nos hace “fichas en su jueo de ajedrez” (Shakira, octavo día). Nos victimizamos en el transcurso de nuestra vida para no aceptar la responsabilidad de nuestros actos. Y un detalle adicional, cuando lo ven en las cartas, no les gusta y entienden que las cartas están mal echadas.
Las verdades duelen y las cartas muestran los resultados de esas decisiones que solo tú tomaste. Se ve claramente cada eslabón que pertenece a esa gran cadena de elecciones llamada vida. Pero también quedan estigmatizados por la previsión de eventos y se desligan de la responsabilidad de hacer nuevas elecciones en las encrucijadas de la vida para crear nuevos resultados.
Es que en el Tarot nada está escrito en piedra
El Tarot muestra una advertencia para que veas los posibles resultados de tus actos. Advierten para que tomes el control de tu vida y hagas nuevas decisiones para cambiar aquellos acontecimientos con los cuales no estás a gusto. Parte de ello es responsabilizándose de tus actos, tomando consciencia de cada instante de tu vida y creando nuevas realidades.
Al final no puedes sentarte a llorar y quejarte de lo mal que te va en la vida. Es en ese momento donde tienes que sentarte a analizar cada elección que hiciste, aceptar tu responsabilidad de que todo es según tus decisiones mal o bien tomadas y entonces coger al toro por los cuernos. En vez de lamentarte, diseña un nuevo plan, modifica las variables y toma acción para cambiarlo todo. No tengas miedo en volver a comenzar, tampoco a separarse de aquellas cosas y personas que no componen nada constructivo en tu vida. Las historias contadas son los valientes que se atrevieron a hacer un cambio en la vida.
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